Lo mejor de las manualidades es que se puede aprovechar todo. Incluso con los restos de trabajos anteriores puedes crear cosas nuevas. En este caso, yo utilicé los trozos desechados de trapillo, cuentas, cuerda, fieltro, lana y como no, un poco de imaginación. El resultado son estos simpáticos muñecos que pueden ser utilizados como llaveros, broches e incluso como adorno para tus regalos. Espero que os guste.