lunes, 7 de abril de 2014

Fermín

Fermín era el nombre de mi jerbo, digo era porque el pobre murió de viejecito. Todos los que me conocen saben lo mucho que me gustan los animales, pero nunca tuve roedores de pequeña debido a la terrible fobia que siente mi madre hacia ellos. Cuando fui más mayor me regalaron una pareja de hamsters. Después de aquellos tuve otros muchos, ya que por desgracia su  vida es bastante corta. Entonces apareció él, Fermín, una ratoncillo con mucho nervio e inteligencia, capaz de escaparse de su jaula con una facilidad pasmosa, casi pasaba más tiempo fuera que dentro, enseguida me conquistó, por eso no dude en hacerlo versión ganchillo.




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